sábado, 10 de abril de 2010

Garzón y el poder judicial en general

Garzón está a punto de ser inhabilitado porque se ha admitido a trámite la denuncia de ciertas organizaciones falangistas y de extrema derecha contra su investigación de los desaparecidos durante el franquismo.
El delito de detención ilegal y desaparición forzada no prescribe, según las normas internacionales de derechos humanos, y entorpecer su investigación es delito (cito a Amnistía Internacional). La ley de Amnistía que se dictó en la transición (esa transición que pasó a punta de pistola y con ruido de sables en el trasfondo de los cuarteles, no lo olvidemos), no puede ir en contra de una normativa internacional. Dicho de otra manera, no se puede amnistiar a un genocida. Lo peor es que Garzón simplemente ha investigado la desaparición de gente, y, que yo sepa, no llegó a imputar a absolutamente nadie. Simplemente dictó orden de apertura de fosas (no se pueden abrir sin la orden de un juez, no?). Este país, donde los falangistas pueden cantar el cara al sol orgullosos en medio de la calle, está a punto de hacer el ridículo más espantoso por juzgar a quien persigue la detención ilegal de personas.

¿Pueden los jueces dar un golpe de Estado? Al presidente del Gobierno y a los parlamentarios los elegimos por sufragio universal. Ellos son el poder ejecutivo y legislativo, pero, ¿cómo elegimos a los miembros del pode judicial?... ¿Cómo los echamos si no nos gusta cómo lo hacen? Vivimos en un Estado donde las leyes emanadas del pueblo y refrendadas por el mismo se pueden echar atrás simplemente por las ideas políticas de unos jueces (sí, hablo del Estatut, si la constitucionalidad o no de una ley fuera tan matemática ya se habría decidido hace años). Vivimos en un Estado donde las rencillas personales, odios y envidias de unos cuantos jueces se alían con la extrema derecha para castigar a quien persigue los crímenes del franquismo.
Insisto, ¿Quién controla a los jueces? Los periódicos están llenos de sentencias absurdas, donde más que la ley se ve el trasfondo ideológico de los jueces. Si los jueces intervienen con sus decisiones en la vida política se dice que aplican la ley, en cambio, si un político critica a los jueces se habla de que el poder político no se puede inmiscuir en la vida del poder judicial. Es cierto, los políticos eligen a ciertos estamentos del poder judicial, pero, para siempre?
Tenemos los políticos que nos merecemos, pero no nos merecemos a ciertos jueces que pululan por las altas esferas del poder judicial. Lo peor, yo no se cómo echarlos.

No hay comentarios: