Contrato del Siglo XXI

La patronal ha propuesto El contrato del Siglo XXI, que consiste en pedir que se abarate el despido, pasando a ser 21 días por año trabajado con un máximo de 12 pagas (lo que es hoy en día un despido "procedente", en contra del improcedente que son 45 días con un máximo de 42 pagas).
Si pretenden que esa sea la solución a la crisis, pues andan un poco perdidos, porque la crisis que sufrimos es de demanda, causada por una bajada del valor de los activos al explotar la burbuja inmobiliaria (digamos que lo que antes valía 100, ahora vale 50, hay menos dinero en los bolsillos, baja la demanda, se ha de fabricar menos, hay paro). Las empresas que han querido despedir a gente han declarado EREs y el paro ha subido escandalosamente.
Es curioso que son los trabajadores con contratos temporales los que han sufrido más el paro, ya que son los más fáciles de rescindir. Sinceramente no veo cómo se solucionaría la crisis abaratando el despido: si el éste es más sencillo y barato, las empresas despedirán a los trabajadores que llevan más años en la organización y, por lo tanto, tienen un salario más alto, para a continuación contratar a empleados más jovenes y que cobren menos por hacer el mismo trabajo. Esta circunstancia puede que aumente el margen comercial, pero sin duda afectará a la productividad y, en general, a la cantidad de dinero que dispondremos en media para consumir. Quizás se abaraten los precios, pero con menos dinero la gente no comprará más, sino que consumirá menos.

Lo que es inmoral es que, en los tiempos que corren, las constructoras se dediquen a repartir dividendos, los cuales engordan los bolsillos de sus accionistas mayoritarios. Quizás sean esos mismos "constructores" los que desean el despido más barato.
La solución: impuesto progresivo sobre dividendos: cuando un accionista reciba dividendos, en vez de aplicársele el 18% de impuesto, que se le aplique uno progresivo en función de la cantidad recibida, tal y como pasa con el IRPF.