Sólo la falta de sonido nítido ha impedido que el concierto de U2 en Barcelona fuera perfecto. Aun así no tengo muchos adjetivos que puedan describir lo que sentí el pasado 30 de Junio en las gradas del Camp Nou.
El escenario era impresionante, una especie de garra, o patas de araña con cubierta "modernista". Un amplio espacio para que el grupo se moviera.
El repertorio impecable, aunque faltó Elevation. Y el grupo en forma (Larry Mullen Jr. parece el más viejuno).
Disfruté de las sorpresas de la banda, como cuando se pusieron en contacto con la ISS (la estación espacial internacional). O cuando Bono se puso la camiseta del Barça, señalando al patrocinador, Unicef, antes de ponerse a cantar One.
En fin, mientras U2 desgranaba las canciones iban pasando por mi cabeza los recuerdos asociados: tenía 15 años cuando conocí U2 a través del With or Without You. O cuando a los 16 fui de intercambio a Francia, escuchando War en walkman una y otra vez. o cuando fui al cine con mis amigos a ver Rattle and Hum, el disco que incluye Angel of Harlem. La fiesta de San Alberto, en Murcia, donde vibraba con It's a Beatiful Day.... o incluso ahora, trabajar mientras Spotify me susurra al oído No Line in the Horizon.
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Hace 8 meses
1 comentario:
Creo que todos los que asistimos a ese concierto tenemos, en mayor o menor medida, recuerdos de nuestra adolescencia y veintitantos años... no puedo olvidar a una chica irlandesa en lo alto de la barra de un pub, cantando con todos los parroquianos "sunday bloody sunday". O los viajes en el coche con alguien especial oyendo "magnificient"...
un abrazo.
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