Llevo unos días con un ritmo ajetreado: me levanto a las 11, desayuno y me pongo a ver los JJOO tirado en el sofá. Así hasta que el sol se aleja por el horizonte y la temperatura baja a niveles asumibles por mi caluroso cuerpo. Por la noche, un libro, Internet y los JJOO me acompañan hasta altas horas de la madrugada, donde el sueño vence mi reticencia a irme a dormir.
Hoy he vuelto a ver a "Relámpago Bolt" en acción. No se si Dios existe, pero verle correr es toda una experiencia mística. Desde Michael Johnson no había disfrutado viendo a un atleta correr por el tartán. Espero que no de positivo de mierdas diversas, porque se me caerá un mito.
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Hace 8 meses
1 comentario:
La próxima vez correrá a la pata coja... vaya máquina
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